Nuestra larga experiencia en el sector alimentación nos permite ayudar a las empresas que buscan una solución para desarrollar su propia marca –private label– para un producto alimentario.
Para encontrar al mejor proveedor o fabricante de marca blanca que se adapte a las necesidades del cliente, llevamos a cabo el siguiente procedimiento:
Identificar las necesidades del comprador
En primer lugar, es fundamental identificar qué busca exactamente el comprador. Se tienen en cuenta las características del producto alimentario, los ingredientes, la presentación, el etiquetado en base a la legislación del mercado de destino, las certificaciones requeridas (como EU Organic, Halal, Kosher, IFS, BRC, DOP, otros) y la relación calidad-precio.
Selección de proveedor
Una vez identificadas las necesidades del comprador, se procede a la selección del proveedor que cumpla con todas las especificaciones para el etiquetado privado mencionadas en el punto anterior.
Diseño y desarrollo del producto
se trabaja de manera conjunta con el comprador y el proveedor, para asegurarse de que el producto cumpla con la legislación alimentaria del mercado de destino y los estándares de calidad solicitados. Se desarrolla un primer prototipo que se puede ir moldeando
PRUEBAS Y VALIDACIÓN del producto
Cuando se ha desarrollado el primer prototipo, se procede a la realización de pruebas de calidad y validación para asegurarse de que cumple con los requerimientos del comprador.
¿Qué tipo de análisis se realiza?
- Análisis sensoriales
- Análisis químicos o microbiológicos
- Pruebas de durabilidad
Diseño DEL ENVASE Y DEL ETIQUETADO PRIVADO
Cuando se ha validado el producto, ya se puede diseñar el envase y la etiqueta de marca blanca. Nos aseguramos de que el etiquetado cumpla con la legislación del país de destino.
PRODUCCIÓN
Tras las cinco fases anteriores, ya se puede proceder con la producción del producto en las cantidades y características solicitadas.
MEJORA CONTINUA
Estudiamos con el comprador las mejoras que se pueden realizar en el producto.